Foros 11-S: Análisis crítico

Versión Completa: Afirmaciones extraordinarias...
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... requieren pruebas extraordinarias.

Algo que sabían muy bien los del equipo OPERA (los de los neutrinos supralumínicos). Sabían muy bien que lo que estaban afirmando contradice las leyes conocidas de la naturaleza, y sabían que era sumamente improbable que realmente existiera una violación de las mismas.

¿Qué hicieron? Se pusieron manos a la obra para realizar lo único que científicamente podría llevar a confirmar o refutar sus resultados: comprobar todas las posibilidades de que estuvieran equivocados, descartando una a una todas las hipótesis alternativas. Primero en el terreno teórico; después en el instrumental.

Hicieron algo mal, que es anunciar a la prensa el resultado antes de verificar las posibles fuentes de error. Pese a tal anuncio prematuro, el resto lo hicieron bien. Cuando llegaron a la verificación de los instrumentos, encontraron la verdadera causa de sus sorprendentes resultados: un cable de fibra óptica mal enroscado.

[Imagen: operafiberplug1.jpg]


El simple hallazgo de un cable mal enroscado ya era por sí solo suficiente para invalidar los resultados de todo el experimento. Sin embargo, no se detuvieron ahí, y analizaron exactamente por qué y cuánto influía ese defecto de forma en el experimento, puesto que sus resultados habían sido consistentes entre sí durante mucho tiempo, por lo tanto no se trataba de un simple «fallo de contacto».

A partir de un análisis profundo de la naturaleza del equipo, pudieron determinar que la señal debilitada (por no estar la fibra firmemente enganchada a su conector) causaba que la excitación del receptor se retrasase 75 nanosegundos. Ese retraso era constante y consistente, de ahí que todos sus resultados fueran consistentes entre sí. Al enroscar correctamente el cable, pudieron verificar que esos 75 nanosegundos extra de retraso se anulaban. Habían encontrado un culpable.

A fecha de escritura del artículo de donde he sacado esta información, escrito por el profesor Matt Strassler, hay resultados corregidos eliminando esa fuente de error (basados en los datos que ya habían obtenido, porque el experimento es de larga duración y en tan poco tiempo no pueden simplemente rehacerlos). El resultado preliminar, todavía a falta de más análisis de error, es que la diferencia entre los tiempos de llegada reales (corregidos) y los predichos por la relatividad es de -1,7 ± 3,7 nanosegundos, es decir, son consistentes con la teoría de la relatividad y el experimento en su conjunto no muestra indicios de que ésta haya sido violada.

Sí, muy interesante, pero, ¿a qué viene todo esto en este foro?

Es un excelente ejemplo de cómo se analiza en ciencia una afirmación extraordinaria. Si se obtiene un resultado inesperado, lo lógico y más inmediato es analizar cuidadosamente todas las posibles causas de que éste sea erróneo.

Contrasta fuertemente con la interpretación de los datos obtenidos realizada por Jones, Farrer, Harrit, Ryan y cía en su famoso artículo de la nanotermita. Recordemos que en el artículo comparan sus esquirlas rojo-gris con una pintura y determinan de esa manera que no puede tratarse de pintura. Pero hay miles de tipos y fórmulas de pintura. Más tarde hemos sabido que la pintura con la que compararon fue obtenida rascando una pieza metálica de la Universidad Brigham Young. Nada que ver con los diversos tipos de pintura protectora usados en el WTC.

Además, el equipo de Jones y cía. ni siquiera considera la posibilidad de que tales esquirlas procedan de fuentes completamente distintas, algo que es absolutamente esperable, y por tanto no las clasifican. Así, la figura 7 muestra los espectros XEDS de cuatro esquirlas con composiciones básicamente idénticas entre sí (y que son consistentes con el espectro de una pintura protectora usada en las vigas de celosía del WTC, elaborada por la compañía LaClede), pero no comparan con pintura LaClede para descartarla, en contra de todo criterio científico; ni siquiera se molestaron en investigar qué tipos de pintura protectora se usaron en el WTC.

La figura 14 muestra un espectro que en realidad es consistente con el pigmento Tnemec 99 usado en las columnas del núcleo, pero las divergencias con los espectros anteriores las achacan a contaminación en lugar de considerar siquiera la posibilidad de que se trate de un material diferente. En una charla posterior, Jones utiliza un espectro de pintura Tnemec para compararlo con los espectros de la figura 7 y no con el de la figura 14 con el que tiene un grado de coincidencia excelente. Y así sucesivamente, error tras error.

Jones y cía. están desilusionando a muchos «truthers» que a medida que abren los ojos, se sienten estafados. Y es que no tienen realmente sangre de científicos; si la tuvieran, sabrían que afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias y que hay que eliminar todas las demás posibilidades antes de lanzar una afirmación del calibre de las que ellos realizan en su descuidado artículo, que es un ejemplo perfecto de sesgo de confirmación (wishful thinking) en el terreno científico, o cómo no se hace ciencia.
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