11-S: Análisis crítico
Hechos y leyendas sobre el atentado que cambió el mundo.

Interceptación de aviones

Dicen los críticos de la versión oficial que cuando un avión es secuestrado, despegan cazas que en pocos minutos alcanzan e interceptan al avión secuestrado. Así por ejemplo lo dice David Ray Griffin:
Cita de: Davir R. Griffin
Por otro lado, una intercepción es algo muy rápido. Como explica, en octubre de 2002, el general Ralph Eberhart, comandante del NORAD, cuando la FAA detecta algo anormal se pone en contacto con el NORAD en un minuto. Al NORAD le bastan unos minutos más para enviar interceptores a cualquier punto de Estados Unidos
(...)
Mi convicción personal es que nada ha cambiado. Esta convicción se basa, en parte, en un documento de 1998 en el que se advertía a los pilotos que todo avión que presentara un comportamiento anormal corría el riesgo de «verse perseguido por dos (aviones de caza) en diez minutos».
(fuente)
Un procedimiento que nunca ha fallado. Lo que nadie especifica es desde cuándo cuentan esos minutos: si es desde que se secuestra el avión, desde que los controladores confirman el secuestro, desde que se notifica a los militares, desde que se autoriza el scramble, o desde que despega el caza para la interceptación. En cualquier caso, el 11 de septiembre los aviones estuvieron volando hasta 45 minutos sin que nadie pudiera impedir que alcanzaran su destino final. Este es un supuesto punto oscuro que la TC señala y blande como argumento de una conspiración.

Pero, ¿cuánto tiempo tuvieron realmente los militares para interceptar cada uno de los aviones secuestrados? Hay que tener en cuenta varios factores. Primero de todo, el control aéreo y, por tanto, la posibilidad de saber si un vuelo está secuestrado, corresponde a la FAA, una agencia civil, que debe coordinarse con los militares cuando un secuestro sucede. No es frecuente que los controladores se tengan que hacer cargo de hasta cuatro secuestros en la misma mañana. Y tampoco suele ser frecuente que los secuestradores hagan lo posible por esconderse y dificultar su localización.

Desde que un avión es secuestrado hasta que despegan cazas en un scramble, la información tiene que ser transmitida en varios pasos. Primero de todo, los controladores aéreos deben saber que se ha podido producir un secuestro. Es entonces cuando pueden iniciar la cadena hasta llegar la información al centro militar correspondiente. Éstos tienen que autorizar el despegue de cazas y ordenárselo a las bases que ese día se hallen de guardia. Son varias las bases aéreas repartidas por el país, pero preparar un caza requiere tiempo: comprobar que está en condiciones de volar (instrumentación, sistema de presurización, hidráulico...), cargar combustible y armamento, sacarlo del hangar, llevarlo a la pista... Un avión puede tardar entre 45 minutos y 3 horas en ser preparado y no se pueden tener a todos los aviones de todas las bases dispuestos para despegar en cualquier momento todos los días del año. Y por último, también hay que proporcionar a los cazas un plan de vuelo que interfiera lo mínimo con otros aviones, un lugar al que dirigirse y reunirse con el avión a interceptar.

El primer capítulo del informe de la comisión del 11-S relata cómo sucedieron los secuestros y la respuesta que dio la FAA y el NEADS, según la versión oficial. Se basan en las grabaciones de las transmisiones entre las torres y los vuelos y entre las distintas agencias, así como en entrevistas con el personal de la FAA y el NEADS.

Respuesta frente al AA11

Según la versión oficial, el vuelo AA11 despegó a las 8 de la mañana desde el aeropuerto de Logan, en Boston, y fue secuestrado 15 minutos después. Sin embargo, los controladores de Boston no lo confirman hasta 11 minutos más tarde. Es entonces cuando se pone en marcha el protocolo de actuación. Se informa al director del centro de control de Boston, que es de ámbito regional, y éste se pone en contacto con un centro más general de control del tráfico aéreo. A su vez, éste se lo comunica a la central de la FAA quienes, sin embargo, pararon aquí la cadena. En cualquier caso, es el centro regional el que toma la iniciativa e informa al NEADS, el organismo militar responsable del control aéreo de esa zona del país, del secuestro y de que el vuelo va en dirección a Nueva York, posiblemente al aeropuerto de JFK.

Cuando el NEADS es informado, han transcurrido 13 minutos desde que los controladores civiles saben que el vuelo ha sido secuestrado. 8 minutos más tarde, se da la orden de scramble a la Base aérea de Otis, cercana a Boston, y a 153 millas de Nueva York. Sin embargo, a esa misma hora, el avión AA11 choca con la Torre Norte. 7 minutos más tarde, los cazas despegan de la base.

El tiempo de respuesta del NEADS para el primer vuelo suicida fue por tanto de 15 minutos: 8 para ordenar y autorizar el scramble y 7 más para que los aviones despegaran. Y aún tenían que llegar a Nueva York, distante 153 millas. Si los cazas hubieran volado a velocidad supersónica (Mach 1, unos 1.200 km/h), habrían tardado unos 13 minutos en llegar. Es decir, para haber llegado a tiempo de hacer algo útil, deberían haber despegado en el mismo momento en que el NEADS estaba siendo informado del secuestro, o incluso antes.

Respuesta frente al UA175

El vuelo UA175 despegó de Boston y fue secuestrado 4 minutos antes de que el AA11 se estrellara. Según el Informe de la comisión del 11-S, quiso la mala suerte que el mismo controlador que seguía al AA11 tuviera también asignado el UA175. El vuelo AA11 había desconectado el transpondedor y era necesario seguirle a través del eco de radar primario. Al estrellarse, el eco se perdió, pero el controlador no supo que era debido al impacto, por lo que intentó volver a identificar el eco. Concentrado en esa tarea, el controlador no vio cómo el UA175 cambiaba de rumbo sin permiso y cambiaba el código del transpondedor por dos veces. Tardó 9 minutos en darse cuenta de esta circunstancia, y dos más (11 en total) en pensar que podría tratarse de otro avión secuestrado.

Empieza entonces de nuevo la cadena: del controlador al director del centro regional de Nueva York, del director al centro general. Es el centro regional de Nueva York (al igual que hizo el de Boston) el que finalmente habla con el NEADS 10 minutos después de saber que el UA175 fue secuestrado. Justo en el momento en que el avión se estrellaba en la Torre Sur. El NEADS no tuvo tiempo de saber qué pasaba con el vuelo UA175 y, por tanto, no pudo hacer nada.

En cuanto a los cazas que despegaron de Otis, tras desaparecer la señal del AA11 de los radares no había objetivo al que dirigirse, por lo que se quedaron en espera en una zona a 115 millas de Nueva York para no molestar al tráfico aéreo (el NEADS no sabía nada del segundo secuestro aún). Después de conocerse el segundo impacto, se les ordena ir a Nueva York, donde llegan 12 minutos después de recibir dicha orden. Esto significa que volaron a una velocidad media de 1.035 km/h (Mach 0,85)

Si no se les hubiera ordenado esperar a 115 millas de Nueva York, sino que se les hubiera dirigido directamente a la zona, habrían llegado hacia las 9:05, más o menos en el momento en que el UA175 se estrellaba en la Torre Sur. Poco podrían haber hecho los cazas en ningún caso.

Respuesta frente al AA77

El vuelo AA77 despegó del aeropuerto de Dulles a las 8:20. Abandona la zona controlada por el Control de Nueva York, pasa el de Cleveland, y entra en la zona controlada por el Centro regional de Indianápolis. Es secuestrado a las 8:51, 5 minutos después de que el AA11 se estrellara en la Torre Norte. Sin embargo, en Indianápolis no tienen conocimiento aún del primer secuestro e impacto, ni del segundo secuestro. El AA77 comienza un giro sin permiso hacia la izquierda, durante el cual desconecta el transpondedor. El controlador intenta identificar el avión en el radar primario, pero por la configuración del sistema de radares, el avión se halla en un punto ciego y el controlador no puede ver cómo completa la media vuelta para dirigirse hacia el este. El controlador cree que el avión va en dirección sur-suroeste.

Al no obtener respuesta por radio, ni ecos primario ni secundario, y sin tener conocimiento de los secuestros e impactos, el controlador cree que el avión se ha estrellado, y eso es lo que notifica a otros centros de control cercanos para que ayuden a la búsqueda. Lo notifican igualmente a la policía, quienes habían recibido la información desde los centros de control cercanos a quienes habían avisado previamente los controladores de Indianápolis. Cuando Indianápolis llama directamente a la policía, les confirman erróneamente que un avión se ha estrellado, y se pierden varios minutos en descubrir la confusión.

Durante 29 minutos, el AA77 vuela sin que nadie sepa que ha sido secuestrado, porque el controlador cree que se ha estrellado y se ha recibido una confirmación falsa. Cuando por fin se descubre la confusión, el controlador empieza a pensar que el AA77 ha podido ser secuestrado también y avisa a la central de la FAA de que un avión, que no se sabe donde está, podría estar secuestrado. 8 minutos más tarde, aparece un eco en el radar del aeropuerto de Dulles, quienes informan a los servicios secretos. 4 minutos después de ser detectado, la noticia llega al NEADS. Y tres minutos después, el AA77 se estrella en el Pentágono.

El NEADS fue informado del secuestro 14 minutos después de que los controladores de Indiana tuvieran la sospecha. Sin embargo, la noticia no le llegó por una llamada del centro de Indianápolis, sino porque ellos llamaron a la FAA para preguntar por el AA11. En ese momento supieron que el AA77 estaba perdido, y que se había detectado un objeto volando en dirección a Washington, a 5 millas de distancia. Tuvieron 3 minutos para intentar responder a esa amenaza, que claramente eran insuficientes. En cuanto a los cazas de la base de Otis, se hallaban en Nueva York, y por tanto era imposible que alcanzaran Washington en ese tiempo.

Había otros cazas en vuelo, que despegaron en scramble a las 9:30 de la base de Langley, 116 millas al sur de Washington. Pero iban en persecución de una falsa alarma, y no en busca del AA77. En cualquier caso, de haber sido informados, habrían dispuesto de apenas un minuto para interceptar al AA77 antes de que se estrellara.

Respuesta frente al UA93

El UA93 despegó de Newark (Nueva York) a las 8:42 y fue secuestrado a las 9:28, cuando se hallaba en zona de control de Cleveland. En esos momentos, ya se estaba empezando a tener conciencia de lo que estaba pasando y se habían emitido advertencias por radio a los pilotos para que no dejaran entrar a nadie en las cabinas. Poco después de recibir el mensaje, el UA93 fue secuestrado.

El controlador de Cleveland supo prácticamente al instante del secuestro, al escuchar sonidos de lucha, y lo comunica a sus superiores. A los 6 minutos del secuestro, la FAA ya tiene la información. Esos momentos coinciden con el momento en que aparece un eco de radar en el aeropuerto de Dulles y el impacto del AA77 en el pentágono. Después de 13 minutos, el UA93 apaga el transpondedor, lo que dificulta el seguimiento del avión. La FAA parece desbordada por momentos, y no es hasta 25 minutos después del secuestro cuando se plantea pedir un scramble.

Finalmente, los pasajeros se amotinan y los terroristas estrellan el avión cerca de Shanksville. El NEADS se entera del secuestro 2 minutos después de que se estrelle el avión, y por medio de militares que tienen contactos en el centro regional de Cleveland, no por el protocolo habitual.

Una vez más, el NEADS no tuvo tiempo de responder, sobre todo ayudado esta vez por la inoperancia de la FAA, dominada por la confusión.

La confusión de un falso secuestro

Según la versión oficial, existió un factor que introdujo aún más confusión en los eventos. Tras el impacto del UA175, los controladores de Boston fueron los primeros en darse cuenta de que los secuestros no eran secuestros normales. Recuerdan una transmisión que no terminaron de entender del AA11, que decía "tenemos unos aviones", y avisan al centro general del tráfico aéreo para que se avise a todos los vuelos de que tomen precauciones.

A las 9:20, los controladores de Boston sospechan que otro vuelo, el Delta 1989 también está secuestrado, y por otro lado informan al NEADS que el vuelo AA11 está aún en el aire, volando en dirección sur hacia Washington. El NEADS tarda 2 minutos en dar la orden de scramble a la base aérea de Langley y 7 minutos más tarde (a las 9:30) despegan en dirección a Washington, pero sin un objetivo concreto.

Más tarde, los controladores de Boston informan al NEADS sobre el Delta 1989, que pasó posteriormente a ser controlado por el centro de Cleveland, aunque finalmente se comprobó que era una falsa alarma.

Otras interceptaciones

Esta fue la respuesta el 11 de Septiembre. ¿Qué respuesta ha habido en otros casos?

El 25 de Abril de 1999, un Learjet con matrícula N47BA perdió el contacto apenas 10 minutos después de despegar. Se mandaron varios cazas para interceptar el vuelo, y saber qué ocurría. El primer caza tardó 85 minutos en llegar hasta el avión.El avión finalmente se estrelló, pereciendo en él el golfista Stewart Payne, 3 pasajeros más, y las tripulación. Leer más sobre esta interceptación

http://archives.cnn.com/2002/US/06/20/plane.intercept/
En 2002, una avioneta Cessna violó el espacio aéreo de Washington D.C. Se dio la orden de scramble a dos F-16 de la Base aérea de Andrews, cercana a la capital, y tardaron en despegar 11 minutos. 4 minutos más que los scrambles del 11 de septiembre.

http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/articles/A35440-2004Jul7.html
En Junio de 2004, un bimotor se adentró en la zona de exclusión aérea de Washington durante un evento de alta seguridad, y permaneció sin identificar durante varios minutos, por tener el transpondedor averiado. Desde que se dio la orden de scramble, un helicóptero Black Hawk tardó 4 minutos en despegar, mucho más rápido que los 15 minutos de media que emplean los cazas.

Por cierto, en ambos casos, los intrusos tampoco fueron derribados por las presuntas defensas aéreas del pentágono.

Resumen

Vuelo FAA NEADS Acciones
AA11 11 minutos en descubrir el secuestro 13 minutos para que la información llegue 8 minutos para autorizar el scramble
7 minutos para que despeguen los cazas de Otis AFB
UA175 11 minutos en descubrir el secuestro 10 minutos para que la información llegue 6 minutos en ordenar a los cazas de Otis AFB dirigirse a Nueva York
AA11
(Fantasma)
Centro de Boston informa al NEADS que el AA11 está aún en vuelo, en dirección a Washington El NEADS tarda 2 minutos en autorizar el scramble
7 minutos para que despeguen los cazas de Langley AFB
AA77 29 minutos en descubrir el secuestro
41 minutos para localizarlo
14 minutos para saber que el avión fue secuestrado
4 minutos para saber que un avión va dirección a Washington
Orden inmediata a los cazas de Langley AFB de dirigirse a Washington
UA93 4 minutos para descubrir el secuestro La información no llega hasta después de estrellarse el avión, después de 39 minutos

De acuerdo con la versión oficial, la confusión producida por el hecho de tener varios aviones secuestrados, la paranoia que pareció apoderarse del centro regional de Boston, informando sobre el AA11 cuando ya estaba estrellado, y otro posible secuestro que no fue tal, junto con el colapso final de la FAA, incapaz de reaccionar, no permitieron comunicar al NEADS el secuestro del UA93, quienes se enteraron de rebote, a través de un contacto militar que tenían en el centro de control de Cleveland. Queda la duda de si una mejor reacción de la FAA hubiera permitido alcanzar al UA93 antes de que se estrellara. Y de qué se hubiera hecho entonces.

En todo caso, según la versión oficial, el NEADS no tardó más de 15 minutos en conocer los posibles secuestros, una vez los controladores fueron conscientes de ellos (excepto el UA93). El NEADS actuó con rapidez para autorizar los despegues (sobre todo en el segundo scramble). Una vez ordenado, el despegue en ambos casos tardó el mismo tiempo, 7 minutos.

A priori, los tiempos de respuesta del NEADS parecen razonablemente rápidos y coinciden con otros casos de interceptación. Las críticas a una posible inoperancia, dejadez o participación del NEADS en una conspiración para no llegar a tiempo de interceptar los vuelos no tienen sentido, ya que con el poco tiempo con que recibieron los avisos, no hubieran llegado de ninguna forma. En todo caso, se puede criticar la lentitud de respuesta de controladores y FAA para comunicar el secuestro del UA93 al NEADS. Y sobre todo, la actuación de los controladores de Boston. Pero esta actuación podría estar justificada por la confusión generada por la rápida sucesión de los eventos.

Ver también

Robin Hordon y el NORAD
La interceptación del N47BA