La velocidad del aparato en el momento del impacto rondaba los 850 km/h. Como era de esperar, la mole de más de 80.000 kg (se cree que rondaba los 108.000 kg en realidad) impactando a esa velocidad no pudo sino atravesar la pared arrasando muchas de las columnas que encontró a su paso. También provocó graves daños en el techo de la planta baja.
Más fotografías de columnas dañadas
En un apéndice del informe de ASCE sobre el Pentágono hay detalles columna por columna, la mayoría de ellas con fotografías.
Algunos fragmentos, incluyendo al menos una rueda del tren de aterrizaje, debieron encontrar una trayectoria recta lo bastante libre de columnas como para llegar a la pared del otro extremo, situada en la parte interior del anillo central, abriendo un considerable boquete en éste.
Hay varias objeciones a la posibilidad de que un avión pudiera ser el causante de los daños observados en el Pentágono. Examinemos los argumentos con que dichas objeciones se defienden: