11-S: Análisis crítico
Hechos y leyendas sobre el atentado que cambió el mundo.

Giro imposible

Una de las razones esgrimidas para negar que un avión se estrellara en el Pentágono, es una maniobra que se califica, en unas ocasiones, como imposible para un avión como un Boeing 747, y por tanto sólo posible con caza, o un misil; y en otras ocasiones, se considera imposible para un piloto novato como era Hani Hanjour, e incluso complicada para pilotos profesionales, y por tanto la versión oficial tiene que ser falsa.

El avión despegó del aeropuerto de Dulles y se dirigía hacia el oeste cuando fue secuestrado. El nuevo piloto cambió el rumbo para dirigirse hacia el este. Cuando se hallaba a pocas millas de distancia del Pentágono, realizó un descenso en espiral de 330° hacia la derecha, que le alineó con el pentágono, justo para aumentar la potencia y descender a toda velocidad. Es este giro el que se califica como imposible, o como acrobacia.

Existen evidencias claras de que este giro efectivamente se realizó. Por un lado, está la declaración de la controladora del aeropuerto de Dulles Danielle O'Brien, quien detectó un eco de radar que se movía muy rápido hacia el este. Vio cómo este eco realizaba el mencionado giro. Por otro lado, existen varias declaraciones de testigos oculares, describiendo el avión en distintos puntos de la trayectoria, que son compatibles con el giro. Está la información del estudio del vuelo 77 del NTSB, donde se recoge la información de la caja negra recuperada en el lugar del impacto. Por último, el giro se halla recogido en el informe de la Comisión del 11-S en apenas dos líneas, que dice:

Cita de: Comisión del 11-S
A las 9:34 (...) El vuelo 77 de American estaba a 5 millas al oeste-suroeste del Pentágono y comenzó un giro de 330 grados. Al final del giro, había descendido a 2.200 pies y apuntaba al pentágono y al centro de Washington

Pero, ¿es realmente imposible este giro?. Examinaremos los dos argumentos

- La maniobra del 10g
- Un piloto novato