11-S: Análisis crítico
Hechos y leyendas sobre el atentado que cambió el mundo.

Piloto Novato

El otro argumento para negar la posibilidad de que Hani Hanjour realizara la maniobra de aproximación al Pentágono es que era un piloto mediocre, y esa maniobra, si bien es posible realizarla con un Boeing 757, sólo está al alcance de pilotos expertos, que aún sudarían la gota gorda para conseguirla.

Los únicos datos disponibles para evaluar si esta maniobra es o no posible, los proporcionan los datos del estudio del vuelo AA77, hecho por el NTSB. De ellos se deduce que el giro se efectuó a una media de 1,6º por segundo, y que la fuerza centrífuga máxima que sufrió el aparato y los pasajeros fue de 1,5g. A vista de personas inexpertas, es una maniobra suave, que no tiene por qué poner en riesgo la estabilidad del avión.

Hay expertos que corroboran este punto de vista, como Giulio Bernacchia, quien analiza la forma en que se ejecutó el giro:

Cita de: Giulio Bernacchia
Estaba alrededor de 6.000 pies más alto, en una posición desde la cual probablemente el avión hubiera sido aerodinámicamente incapaz de descender lo suficientemente rápido para chocar con el pentágono [...]y se podría hacer (quizás) sólo con un control AGRESIVO, operando simultáneamente inclinación, potencia, frenos de velocidad y quizás el tren de aterrizaje como dispositivo de fricción. Demasiado para un piloto mediocre sin experiencia en un gran reactor.

Así que Hanjur decidió hacer lo que un piloto novato haría, lo fácil, un giro descendente, lento y abierto, de casi 8 kilómetros de ancho, que requería [...] una inclinación de 30 a 40 grados y poco más de 1 g.

Así que Hanjur termina su giro abierto, que el FDR dice que fue hecho un poco brusco, como se esperaría de alguien que no es un buen piloto. A 2.000 pies y a 4 millas (todavía un poco alto, otra indicación de que no hizo el giro tan bien), aumenta la potencia y tira hacia abajo[...] Su técnica de control es mala, así que lucha con el avión que quiere levantar el morro a medida que aumenta la velocidad, y termina sobrecontrolándolo y yendo demasiado bajo, tirando farolas, machacando paredes bajas e impactando el generador.

Un piloto profesional hubiera planeado su descenso desde 25.000 pies e impactado el objetivo a un ángulo elevado en el techo, o llegando a baja altura (más difícil), esquivando todos los obstáculos.

Hanjur hizo todo lo que un novato hubiera hecho, lo cual encaja perfectamente con su perfil.

Por último, Giulio Bernacchia lista lo que él considera tres factores necesarios y suficientes para considerar posible que Hanjour ejecutara esa maniobra:

  1. Tener la sensación de volar. Es decir, haber volado alguna vez.
  2. Haber usado un simulador para conocer la inercia de un Boeing.
  3. Saber manejar el navegador de un avión.

Para argumentar la inexperiencia de Hani Hanjour, se suele hablar del avión que intentó alquilar un mes antes del 11-S. En el vuelo de comprobación previo al alquiler, los instructores estimaron que tenía problemas controlando el avión a baja velocidad para el aterrizaje. A pesar de lo cual, el jefe de los instructores no tiene problema en asegurar que:

Cita de: Marcel Bernard
No tengo ninguna duda de que una vez que [el AA77] estaba en vuelo, pudo haber apuntado a un edificio e impactar en él.
Fuente: http://web.archive.org/web/20020405020924/http://www.newsday.com/ny-usflight232380680sep23.story

La investigación del FBI posterior al 11-S reconstruyó la instrucción que Hanjour había recibido. A pesar de ser considerado un novato, era el que más experiencia de vuelo tenía de todos los secuestradores, pues comenzó su instrucción en 1996, hasta obtener una licencia de piloto comercial, con una formación que incluía el instrumental de navegación del avión.

Posteriormente, en 2001, se inscribe para instruirse en el pilotaje de un Boeing 727, a través del uso de simuladores en la Pan Am International Flight Academy, y así lo confirman los recortes de prensa.

Por último, la caja negra recuperada muestra cómo fue la maniobra que ejecutó Hanjour: un giro bastante irregular en el que no supo mantener la inclinación del avión en descenso constante, sino que en ciertos momentos lo hizo ascender, justo lo contrario de lo que pretendía.

Maniobra de descenso de Hanjour, según se deduce de los datos de la caja negra. El color indica la altitud (rojo, más alto; azul, más bajo)
Maniobra de descenso de Hanjour, según se deduce de los datos de la caja negra. El color indica la altitud (rojo, más alto; azul, más bajo)

Todo esto no quiere decir que fuera un buen piloto, al contrario, era bastante malo. Pero sí que al menos sabía mantener en el aire un avión, así como que es plausible que pudiera hacer una maniobra bastante chapucera que no era en absoluto exigente con el aparato.

Véase también:
- El entrenamiento de los pilotos
- Casos de pilotaje sin experiencia